La Selección

11 respuestas después del Argentina-Ecuador

Las conclusiones a las 11 preguntas planteadas antes del partido que llevó a Argentina al Mundial de Rusia.

Por Martín Mazur ·

11 de octubre de 2017
1) ¿Seguirá vivo el sueño de Rusia 2018 después de esta noche? 

Sí, más vivo que nunca. De hecho, el sueño de Rusia 2018 dejó de ser un sueño para hacerse una realidad. Y llegó de la mejor manera, con una victoria contundente, con el show de Messi y sin estar sacando cuentas de diferencia de goles.

2) ¿Cuánto jugará la altura y cuánto jugará la cuestión psicológica en la Selección?

Todo lo peor se vivió en los primeros 10 minutos. El gol ecuatoriano y la altura provocaron imágenes muy poco promisorias. Jugadores ahogados y la sensación de tener un yunque del que iba a ser imposible librarse. Hasta que llegó el desbloqueo de Messi, la pared con Di María, el toque sutil para el empate, la corrida a buscar la pelota al arco ya pensando en meter uno más. Fue todo apetito de Lionel, bien acompañado, pero todo de Messi. La altura y la cuestión psicológica se borraron de un plumazo con el 2-1 y nunca volvieron a aparecer en escena.

3) ¿Se darán muchas variaciones de resultados en los otros partidos a lo largo de los 90 minutos o tendremos un escenario más bien lineal?

Por suerte para Argentina, lo peor fue el inicio, pero luego todo fue bastante tranquilo. Sólo había un escenario posible en el que ganando en Quito, la Selección igual terminara en repechaje, y eso no estuvo ni cerca de producirse. El derrumbe de Chile (0-3 contra Brasil) y la victoria de Colombia, hasta que llegó el empate de Perú, dejó el camino allanado para la curiosidad de la tabla, pero no la agonía.

4) ¿Se destapará finalmente el bloqueo de gol de la Selección?

Sí y no. Por un lado, con los tres goles de jugada, podría decirse que se destapó el bloqueo de gol de la Selección, pero también podrá decirse en el futuro que se había destapado sólo el bloqueo de gol gracias a Messi.  

5) ¿Complicará Ecuador a Argentina a pesar de su renovación forzosa y su clima de crisis? 

Complicó lo suficiente al principio del partido, con el gol y varias aproximaciones de peligro, pero no llegó a transformarse en un rival de temer en el segundo tiempo, cuando el partido todavía estaba abierto. El tercer gol de Messi lo terminó de borrar del mapa.

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6) ¿Volveremos a ver a Messi poniéndose el equipo al hombro o encontrará más y mejores socios?

Messi, Messi y Messi. Fue la noche consagratoria del 10, acaso su mejor partido si se conjuga importancia e incidencia. Partidos como los de Colombia y Uruguay el año pasado fueron fundamentales, pero todo había confluido en este final en Quito. No iba a haber ninguna copa que levantar por ganar, pero sí una mochila histórica por cargar en el caso de no entrar a un Mundial. La presión y el miedo estaban presentes. Di María fue el mejor socio de Leo en la cancha, con el que construyó la pared del 1-0, pero también arrastró marcas Benedetto, que estuvo muy activo haciendo un trabajo invisible y arrastrando marcas. Estaba dicho: Messi necesitaba espacios y acercarse al arco rival; lo que pasó en Quito es que sin tener 4 jugadores estancados por delante de la línea de la pelota, Messi se sintió mucho más cómodo y buscó los interlocutores justos y necesarios. La acumulación de delanteros no le ofrecía mejores socios, sino más problemas.

7) ¿Sufrirá la Selección jugar con línea de 3 en el fondo?

Sí, volvió a sufrir, especialmente porque Mercado se vio continuamente superado y porque Mascherano volvió a dejar en claro que su única posibilidad es jugar en el medio, ya que en el fondo no es confiable. La inclusión de Enzo Pérez en lugar de Papu Gómez le dio más estabilidad al medio, que de otro modo iba a dejar muy expuesto a Acuña, con la obligación de ser lateral y volante a la vez. La sensación que volvió a quedar es que Argentina se siente más segura y más cómoda jugando con línea de 4. 

8) ¿Dybala e Icardi serán opción si los resultados no ayudan o seguirán sin jugar?

Los resultados ayudaron e Icardi terminó ingresando en lugar de un extenuado Benedetto. Lamentablemente para él, se perdió un gol que le habría servido para arrancar su historia personal con la red en la Selección, materia por ahora pendiente, y debate que se reenvía para los próximos partidos. Si no hace goles Messi, ¿quién los hace? Dybala volvió a quedar en el banco.

9) ¿Recordaremos la fecha 10 de octubre o la olvidaremos rápidamente? 

No se recordará desde la tragedia futbolística que habría significado una eliminación, pero tampoco hay demasiado para festejar. Sí quedará presente por ser uno de los partidos más convincentes en la carrera de Messi en la Selección. No sólo por haberse erigido como máximo goleador en las Eliminatorias, sino también por el modo en que resolvió el trámite. Tuvo épica, tuvo mística, pero no por eso borrará a los detractores que quieran seguir mirando las finales perdidas, sino que en todo caso, los callará por un tiempo.

10) ¿Quedarán sospechas respecto de arbitrajes y actuaciones de los equipos que ya no pelean la clasificación?

Lamentablemente, sin haber llegado a errores brutales como el que le dio la clasificación a Panamá y dejó afuera a Estados Unidos, la última jornada será recordada por el diálogo de colombianos y peruanos en pleno partido, para freezar el 1-1. Curiosamente, Perú necesitaba ganar y así y todo eligió el camino de no atacar y conformarse con un repechaje. El hecho de que el gol del empate peruano llegara por un tiro libre indirecto que terminó metiendo Ospina tampoco contribuirá a la transparencia de la definición.   

11) ¿Saldrá fortalecido o debilitado Sampaoli de esta experiencia en las Eliminatorias?

Salió, que es lo más importante. Ahora, dependerá de él saber si asume ciertos comportamientos como producto de la emergencia que se vivía, o los transforma en la nueva rutina de la Selección. Es imperioso definir un estilo de juego, un sistema que sea confiable y que se sustente en comportamientos previsibles a la hora de convocar y utilizar jugadores. Durante estos últimos partidos, abundó el cambio frecuente y las apuestas que en los papeles ya aparecían como innecesariamente riesgosas. Ahora, con el Mundial asegurado, no quedará margen para los inventos ni las improvisaciones. Los jugadores serán los primeros agradecidos.