TMA: Todo menos Argentina

Análisis de los rivales: Irán, un ilustre desconocido

Los príncipes de Persia disputarán su cuarta Copa del Mundo y enfrentarán a Argentina el 21 de junio en Belo Horizonte. Es el rival del que menos referencias tiene la albiceleste, aunque ostenta el pergamino de haber postergado la clasificación de Corea del Sur, potencia asiática.

Por Redacción EG ·

06 de diciembre de 2013
Imagen LUCHA. Corea del Sur e Irán, dos equipos muy físicos, definieron la serie por un lugar en el Mundial 2014. Los persas lograron un histórico triunfo que los depositó en Brasil.
LUCHA. Corea del Sur e Irán, dos equipos muy físicos, definieron la serie por un lugar en el Mundial 2014. Los persas lograron un histórico triunfo que los depositó en Brasil.
Las noticias que llegan a occidente y que involucran a Irán poco tienen que ver, lamentablemente, con el fútbol. Proliferan los atentados, las guerras y las invasiones de las potencias extranjeras, pero rara vez se recoge algún cable sobre una hazaña deportiva. Por eso no es extraño que los persas sean, de los tres rivales del Grupo F, los más desconocidos para Argentina y su cuerpo técnico encabezado por Alejandro Sabella. Sin embargo algunos datos huérfanos, como el antecedente inmediato del triunfo sobre Corea del Sur, sitúan a Irán en un lugar de cuidado. Ambas selecciones se enfrentarán el 21 de junio, a las 13.00 horas, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.

La de Brasil 2014 será la cuarta Copa del Mundo que disputará Irán. Su debut fue en 1978, y luego participó en 1998 y 2006. Nunca logró superar la fase de grupos, aunque se dio el gusto de derrotar 2 a 1 a Estados Unidos, uno de sus máximos enemigos políticos, en el Mundial de Francia. En la Copa Asiática los antecedentes son un tanto más benévolos, ya que la jugó once veces y la ganó en tres ocasiones consecutivas: en 1968 (año de su debut en la competición), 1972 y 1976. Luego la Revolución Iraní de 1979 detuvo el progreso del fútbol, que durante los años ochenta emprendió una franca decadencia hasta su recuperación en el decenio siguiente.

Su máxima figura, y esto habla del nivel global que tiene Irán, es su técnico Carlos Queiroz, el portugués que llevó a su selección al Mundial de Sudáfrica 2010 y que también fue entrenador del Real Madrid y asistente de Alex Ferguson en el Manchester United. Dirige a los persas desde 2011, cuando le ganó la pulseada a Diego Maradona, otro de los apuntados para el puesto en ese momento.

Queiroz cumplió su objetivo de clasificar a Irán al Mundial superando, en primera instancia y a doble partido, a las Islas Maldivas. Después salió victorioso del Grupo E de las Eliminatorias asiáticas que compartió con Catar, Indonesia y Bahréin, y definió su suerte en la última jornada del Grupo A, en la que derrotó 1 a 0 a Corea del Sur, convirtiéndose en una de las primeras selecciones clasificadas a Brasil 2014, y postergando el pasaje de los peninsulares.

Dentro de la cancha, Queiroz se refugia en el talento de Javad Nekounam, el volante de 33 años que jugó seis años en el Osasuna español y que ahora defiende los colores del Esteghlal FC, de la Irán Pro League. Masoud Shojaei, que también compartió con Nekounam un paso por el club navarro, y que en la actualidad juega en Las Palmas, es el otro nombre que puede sonar familiar. Fuera de ellos dos, que le aportan la cuota de creatividad a un conjunto que se destaca por el aspecto físico, el plantel es poco conocido. El equipo base es: Ahmadi; Heydari, Hosseini, Montazeri, Beikzadeh, Sadeqi; Masoud, Jabari, Nekounam, Teimourian; Reza.

Irán tan sólo se cruzó una vez en el destino de Argentina. Fue en un amistoso disputado en Madrid en 1977. El resultado final fue 1 a 1. El 21 de junio próximo, en Brasil, ambas selecciones volverán a verse las caras 37 años después de aquel empate perdido en el tiempo.

Matías Rodríguez