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Ferrari reviviendo

La escudería del Cavallino Rampante recuperó la memoria para satisfacción de sus miles de tifosis alrededor del mundo, con Vettel y su Ferrari SF70H Nº 5 como los únicos capaces de neutralizar la hegemonía de Mercedes. La nueva F1, post Ecclestone, ya muestra otra fisonomía, más cercana a la gente.

Por Redacción EG ·

20 de julio de 2017
Imagen Manos a la obra. En Ferrari reina la confianza de que este puede ser el año de recuperación.
Manos a la obra. En Ferrari reina la confianza de que este puede ser el año de recuperación.
Es difícil asociar una F1 sin Ferrari y una escudería como Ferrari que no sea protagonista de la F1. Por eso, bienvenido que en este 2017 haya vuelto el Cavallino Rampante a los primeros planos, justo cuando el Gran Circo está experimentando una adaptación a los nuevos tiempos, aggiornándose con el visto bueno de la flamante conducción, en reemplazo de las casi cuatro décadas en las que Bernie Ecclestone condujo a piacere.  
Seguramente, los miles de tifosis que se despliegan alrededor del mundo recuperaron la alegría al ver que Ferrari ya no sufre las clasificaciones y carreras. Ahora volvió a dar batalla y sus autos compiten de igual a igual con las hasta hace muy poco imbatibles Mercedes.
El mejor ejemplo de esta sucesión de cambios se dio en el Gran Premio de España, a mediados de mayo. En la previa a la largada, la cámara inquieta capturó la imagen feliz de un niño rubio (Thomas Danel, un francés de apenas 6 años) que estaba impecablemente vestido de rojo, con el uniforme de Ferrari. Empieza la acción y en la primera curva nomás, un incidente deja fuera de competencia a la Ferrari Nº 7 de Kimi Raikkonen. Sin dudas, una gran decepción en el equipo, que se acrecentó aún más cuando la transmisión volvió a enfocar al pequeño Thomas que era un solo llanto y su  tristeza no tenía consuelo. Esa imagen invadió las redes sociales y se propagó con una mirada tierna, pero también como para burlarse de lo que le pasó al piloto finlandés. 
El show continuó hasta que de pronto, la atención de las cámaras abandonó momentáneamente lo que sucedía en la pista y rápidos de reflejos los responsables de las Relaciones Públicas de Ferrari habían localizado en la tribuna al chico y lo invitaron junto con su familia a que disfrutasen el resto de la carrera en el box del equipo. Aquellas lágrimas se transformaron en una inmensa sonrisa y al conocer a su ídolo Kimi, este le obsequió souvenires de la escudería al pequeño fan. Y hasta en la entrega de premios, con Vettel segundo, la cámara registró a Thomas en los hombros de un ingeniero de Ferrari.
Lewis Hamilton había sido el brillante ganador, en una carrera durísima con Vettel. Pero la historia de Thomas había seducido a todos. Fue la “Cenicienta” del espectáculo y ese Gran Premio se recordará por siempre por lo que le sucedió, más allá de las maniobras magistrales o la potencia que alcanzaron los autos. Thomas se convirtió en una celebridad, al trascender su historia, simplemente porque fue auténtico con sus estados de ánimo. 
Pero, con el correr de los días, el interrogante que surgió fue si Ecclestone hubiese permitido que eso pasara. El gran Bernie detestaba las redes sociales, por lo que difícilmente habría avalado que se le presté atención y se reaccioné como se reaccionó en plena carrera. Y hasta fue el autor de aquella extraña frase que decía que la F1 no debía interesarse por la juventud, porque ellos no tienen el dinero suficiente para consumir los productos que los sponsors que confían en ellos publicitan.
Imagen Un duelo que promete repetirse durante toda la temporada: La Ferrari N°5 de Vettel vs la Mercedes N°44 de Hamilton.
Un duelo que promete repetirse durante toda la temporada: La Ferrari N°5 de Vettel vs la Mercedes N°44 de Hamilton.
¿Qué dijo la nueva conducción al respecto? Se mostró totalmente de acuerdo con lo que hizo Ferrari y redobló la apuesta insistiendo en que la F1 debe recuperar la sensibilidad de la gente, volver a emocionar y que todos, independientemente de sus edades, se identifiquen con los equipos y sus pilotos. Y hasta se llegó a personalizar la idea, bajo el concepto de que lo que pretenden es que sus pilotos se conviertan en Messi o Ronaldo… Un desafío ambicioso, que para la máxima categoría, si es que aún sigue siendo la máxima, no debería ser un imposible.
Ahora bien, el primer paso para recuperar la atención de los espectadores, tanto presenciales en los circuitos como por televisión, es lograr que las carreras vuelvan a ser entretenidas y que haya más de un aspirante a ganador. Mercedes, merecidamente por cierto, dominó a voluntad las últimas tres temporadas, sin que nadie lograra siquiera inquietarla. Por eso, que Ferrari esté de vuelta, con 5 podios en las 5 primeras carreras, que incluyen dos victorias de Vettel en Australia y Bahrein (más tres segundos puestos en China, Rusia y España), permiten imaginar que ya no le será tan sencillo a la escudería alemana.    
Ferrari ya había insinuado una notable mejoría en la pretemporada, pero quedaba por ver si esa evolución era el resultado de un trabajo en equipo, con aciertos en la adaptación del reglamento y una buena sincronización entre ingenieros y pilotos, o simplemente se autoengañaban para crear confianza en un comienzo de temporada.
A todas luces, los resultados demostraron que se trató de lo primero. Y que en la Casa de Maranello los cambios están dando sus frutos. En el último lustro se registraron variantes tanto en sus jerárquicos como en el personal de menor escala, producto de que el Cavallino Rampante había olvidado cómo era andar al galope.
“El equipo viene haciendo un trabajo fenomenal. Hemos conseguido un muy buen ritmo, así que debemos ser acertados en las estrategias. Demostramos que podemos ser tan fuertes como nuestros máximos rivales y el liderazgo durante varias semanas en la clasificación general así lo refleja”, describió Vettel. 
Ya durante los 80 y los 90, Ferrari había tenido una racha prolongada de sinsabores y títulos esquivos, por eso lo que le sucede ahora no es nuevo. Está cumpliendo su décima temporada sin títulos, sequía que tuvo como verdugos a Brawn GP, Red Bull y Mercedes. En Pilotos, desde el Mundial de 2007, cuando Raikkonen se impuso con el último aliento, por apenas un punto, sobre Hamilton y Alonso. Y en Constructores, se remonta al 2008.
Lejos, Ferrari es la escudería que más cantidad de grandes premios disputó: 934, con 226 victorias y 16 títulos (estadística contabilizada hasta el GP de España). Y es el único equipo cuyos dos pilotos saben lo que es ser campeón, Vettel con sus 4 títulos consecutivos desde el 2010 hasta el 2013 en Red Bull y Raikkonen, con el mencionado anteriormente en Ferrari. Además, entre los dos suman 64 victorias, 44 el alemán y 20 el finlandés.
En esa estadística de triunfos, Vettel ocupa la cuarta posición histórica, que encabeza con holgura Michael Schumacher, con 91, seguido por Hamilton, con 55, y Alain Prost, 51. Atrás ya quedaron Ayrton Senna, 41, y Alonso, 32. Llamativamente, Vettel también se encuentra cuarto en la suma de poles positions, con 47, detrás de Schumi, 68; Senna, 65 y Hamilton, 64. Y en cuanto a podios, el alemán está quinto, con 91, aventajado nuevamente por Schumi, 155; Hamilton, 108; Prost, 106, y Alonso 97. 
Una vez concluido el GP de España, el ganador Hamilton reconoció que “tener una pelea así con un cuatro veces campeón del mundo como Vettel fue lo más maravilloso que me pasó en pista en los últimos tiempos. Realmente me encantó una F1 así”, enfatizó.
Y esa paridad tantas veces reclamada, parece haber llegado. Mercedes sigue siendo fuerte, pero para que ello suceda es imprescindible que Ferrari gané en fiabilidad y su auto/piloto reduzca al mínimo el margen de errores.
Vettel, que el 3 de julio cumplirá 30 años y esta es su tercera temporada en la escudería italiana, mostró en estos meses sentirse más cómodo que nunca. Algunos dicen que por fin se aclimató a la atmósfera de lo que es convivir en un microclima como el de Ferrari y hasta inclusive reconocen que mejoró por iniciativa propia su italiano. Por el momento, su rendimiento en pista le abre un crédito interesante con miras a lo que resta del campeonato, lo que no es poca cosa. Además, Kimi a los 37 años ya no es el compañero problemático de otros tiempos, está más sereno y no tiene inconvenientes en trabajar en equipo.
Imagen Tras un largo tiempo en tinieblas, parece haber asomado el sol en Ferrari, al ofrecerle a Vettel un auto competitivo y con aspiraciones.
Tras un largo tiempo en tinieblas, parece haber asomado el sol en Ferrari, al ofrecerle a Vettel un auto competitivo y con aspiraciones.
“El Joven Maravilla”, como se lo conoció en sus comienzos en el Gran Circo a Vettel, supo ostentar su condición de ganador más joven, cuando venció a los 21 años, 2 meses y 11 días en el Gran Premio de Italia 2008. Pero después apareció Max Verstappen en el GP de España del año pasado y con 18 años, 7 meses y 15 días, se convirtió en el más joven de todos, reinado que ya prácticamente por nuevas disposiciones reglamentarias será imposible de superar. Lo que sí, el alemán aún se mantiene como el más joven de los campeones, ya que en 2010 se coronó a los 23 años, 4 meses y 11 días, desalojando por apenas un puñado de meses al mismísimo Hamilton (23 años, 9 meses y 26 días).      
La actual F1, liderada por el grupo estadounidense Liberty Media, que pertenece al magnate John Malone, anhela una nueva fisonomía, más cerca de la gente. Por ello, se incrementaron en los grandes premios las actividades en las que el público puede interactuar con los pilotos. La simple acción de sacarse fotos y llevarse un autógrafo puede significar un recuerdo imborrable, pero, sobre todo, ganar un fan por largo tiempo. La sinergia, muy propia del campo empresarial, en esta clase de eventos que se extienden también a los 20 países diferentes que la reciben y a los shows simultáneos que se realicen en las ciudades anfitrionas.
Ya no pasa más por organizar una competencia netamente deportiva, la idea es mucho más amplia. Y Ferrari, con todo lo que genera dentro y fuera de la pista, es un jugador clave en esa estrategia. Por eso, hay una necesidad mutua para que a la escudería italiana le vaya bien. El arranque de este 2017 ha sido alentador, solo queda que este revivir se pueda afianzar carrera tras carrera y el Cavallino Rampante llegue con posibilidades a la definición allá por noviembre cuando en las citas de Brasil y Abu Dhabi, el 12 y el 26, respectivamente, se resuelva quién es el nuevo campeón. Veremos si los pronósticos de cambio acompañan o todo se reduce a un intento infructuoso. Allá vamos…

Asistencia perfecta
La vision de Il Commendatore, Don Enzo Anselmo Ferrari, creador e impulsor de la Scudería Ferrari, única que compitió en los 68 Campeonatos de Fórmula 1, continúa vigente, más allá de que en el 2018 se cumplirán 30 años de su desaparición. Su relación con la Argentina está emparentada con aquellos tiempos de Juan Manuel Fangio, José Froilán González y Carlos Alberto Reutemann. De carácter fuerte, autoritario y sumamente perfeccionista en sus creaciones, el espíritu Ferrari se traslada de generación en generación. Hoy, convertido en leyenda, sus enseñanzas y célebres frases siempre logran su impacto. “Cuando me dicen que mis autos consumen demasiado o que son demasiado peligrosos por su potencia, me dan ganas de reír. La vida misma en un cotidiano consumo de energía y riesgo”, sentenció.

Por Walter Napoli / Fotos: AFP

Nota publicada en la edición de Junio de 2017 de El Gráfico