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Sorpresas en la lista del Mundial

Sabella anunciará el 2 de junio los 23 convocados para Brasil 2014. Aunque parece no haber lugar para nombres inesperados, la historia demuestra que, desde 1966, todos los entrenadores tomaron alguna decisión que causó asombro o polémica. ¿Quiénes se quedaron y quiénes viajaron de imprevisto?

Por Martín Estévez ·

30 de abril de 2014
   Nota publicada en la edición de Abril de 2014 de El Gráfico

Imagen SANTIAGO Santamaría (1982), Caniggia (2002), Héctor Enrique (1986), Garcé (2010) y Balbo (1998) convocados por arte de magia.
SANTIAGO Santamaría (1982), Caniggia (2002), Héctor Enrique (1986), Garcé (2010) y Balbo (1998) convocados por arte de magia.
El 13 de mayo, Alejandro Sabella presentará formalmente una lista de 30 futbolistas; y el 2 de junio confirmará a los 23 que integrarán el plantel que jugará el Mundial de Brasil 2014. Esta vez, parece que no habrá sorpresas ni grandes polémicas. Sabella no muestra intenciones de borrar a ninguno que haya sido pieza importante durante su etapa en la Selección, y tampoco de citar a alguno de los que hace tiempo están lejos de la celeste y blanca, como Cambiasso o Tevez. Sin embargo, la historia advierte que hay que estar preparados para todo, porque la lista siempre da sorpresas.

1966: LORENZO, A LOS VOLANTAZOS
Cuando la Selección lo jugó en 1930 y 1934, el Mundial no significaba tanto y desde los medios de comunicación no se generaban conflictos por las citaciones. Recién en 1958 y 1962 comenzaron a debatirse las decisiones de los entrenadores. Y, luego de esos dos fracasos (ni en Suecia ni en Chile superamos la primera ronda), hubo intensas críticas en cada convocatoria rumbo a Inglaterra 66. José María Minella había conseguido la clasificación, pero renunció en 1965. Asumió el cargo Osvaldo Zubeldía, pero como le negaron formar dupla técnica con Antonio Faldutti, también se fue. El 22 de abril, cuando faltaban menos de dos meses para el Mundial, Juan Carlos Lorenzo quedó al mando. Comenzó entonces una serie de partidos contra equipos extranjeros que resultó decisiva. A 40 días del Mundial había 40 jugadores por examinar. Cada partido era una prueba. El encuentro contra la Fiorentina, por ejemplo, resultó fatal para Raúl Bernao (“Estuvo en una mala tarde, tuvo problemas con la pelota y no encontró el partido”, dijo Lorenzo). Malbernat y Lallana, números puestos con Zubeldía, ni tuvieron chances con el Toto. Un amistoso contra un ¡combinado de Mar del Plata! dejó en el camino a Oscar Martín, Alberto Rendo y Marcos Conigliaro. El casi desconocido Aníbal Tarabini metió un gol contra Cagliari y así se ganó un lugar entre los 26 que quedaron en la anteúltima lista, en la que ya no estaban José Mesiano y Oscar Pianetti, titulares días antes, y Enrique Omar Sívori, sin chances reglamentarias porque jugaba en el fútbol italiano. Entre los últimos cortados de la lista hubo dos lógicos (Daniel Onega y Alberto Sainz) y dos batacazos: el arquero Miguel Santoro, lesionado a último momento, y el volante Vicente De la Mata. “Lo que más bronca me da es que Lorenzo me haya dicho que me falta estado físico –declaró De la Mata en aquel momento–. Si no tengo ahora, menos tenía antes. Entonces, ¿para qué me trajo?“. Entre los convocados había varios con menos de 5 partidos en la Selección: Tarabini, Nelson López, Irusta, Pastoriza y el Loco Gatti. Aun rodeado de críticas, el equipo consiguió terminar entre los ocho mejores del mundo.

1974: PARA BABINGTON, WORLD “CAP“
La Selección seguía siendo más un problema que un orgullo. Luego de no clasificar al Mundial 70, el camino hacia Alemania 74 también fue tortuoso. Sívori fue el director técnico que consiguió la clasificación, pero renunció inmediatamente después. Lo reemplazó Vladislao Cap, que armó un plantel relativamente estable hasta que en la gira previa (que incluye la memorable derrota 1-4 contra Holanda) se lesionó un centrodelantero: Roque Avallay. Sin otro 9 a la vista, y luego de probar a Carlos Aimar y a Santiago Santamaría, Cap rompió los pronósticos citando a Carlos Babington. Más raro aun fue que, días después, en el debut mundialista contra Polonia, el Inglés haya estado entre los once titulares.

1978: EL MUNDIAL DEL CAPITAN BETO
El primer período de César Menotti se destacó por traer certezas y orden al hasta entonces caótico seleccionado. Cuando asumió, en 1974, eligió a Norberto Alonso como capitán, pero surgió un problema: como solía convocar sólo a jugadores del fútbol local, cuando Alonso fue transferido a Francia, dejó de formar parte. A seis meses del Mundial, Menotti ya tenía la base del equipo aceitada, pero Alonso volvió al fútbol argentino y tuvo un primer semestre brillante. Se habló de presiones para que fuera convocado, incluso de parte de la Junta Militar. Víctor Bottaniz, Humberto Bravo y hasta un jovencísimo Diego Maradona peleaban por un puesto que finalmente fue para el Beto. “En la primera práctica -recordó Alonso- César se acercó y me dijo: ‘Usted no está acá por presión de nadie, sino porque lo dispuse yo’”. No viajó de turista: entró en los partidos ante Hungría, Francia y Brasil, y tiene en su casa la medalla de campeón del mundo.

1982: CUCURUCHO POR LA NOTICIA
Si alguna vez hubo pocas chances de sorpresas en alguna convocatoria, esa vez fue en 1982. Menotti, con la tranquilidad del título mundial conseguido, comenzó a entrenar con los 25 preseleccionados cuatro meses antes de la copa. Pero el 23 de abril sorprendió en serio: desafectó a cuatro jugadores (Enzo Bulleri, Jorge Gordillo, Edgardo Bauza y Raúl Chaparro) y convocó a Santiago Santamaría. Cucurucho había renunciado a la Selección por motivos personales, pero antes de dar la lista lo llamaron especialmente y él dijo estar dispuesto. Finalmente, se sacó las ganas de jugar: 10 minutos contra El Salvador y 36 contra Brasil.

1986: EL TRIO SALVADOR DE BILARDO
Si a Lorenzo lo habían criticado duramente antes de Inglaterra 66, a Carlos Bilardo directamente lo destrozaron en la previa a México. El equipo no jugaba bien y tampoco tenía un estilo de juego definido. Ni Bilardo estaba conforme, al punto que a poco tiempo del Mundial cambió buena parte del plantel con el que había trabajado. Afuera quedaron Enzo Trossero, Miguel Angel Russo, Alejandro Sabella (sí, Sabella), Oscar Dertycia, Juan Barbas y el Pato Fillol. Y hubo tres convocados inesperados: el Vasco Julio Olarticoechea, que llevaba dos años fuera del equipo; y Héctor Enrique y Miguel Zelada, nunca antes citados. Zelada llegó al Mundial pero nunca pudo atajar en la Selección. El Negro Enrique, en cambio, jugó 5 de los 7 partidos y todavía sigue enorgulleciéndose por ser quien le dio el pase a Maradona, antes de que Diego empezara la corrida del segundo gol contra Inglaterra.

Imagen JORGE VALDANO, en Italia 1990, era candidato para jugar ese mundial pero no lo citaron.
JORGE VALDANO, en Italia 1990, era candidato para jugar ese mundial pero no lo citaron.
1990: VALDANO, EN LA ORILLA
Parecía que las exclusiones del Tata Brown y Ramón Díaz eran lo más discutible que tendría la lista de Bilardo para Italia 90, pero no. El 20 de mayo, a casi nada del Mundial, anunció un cambio en los 22 convocados. Adentro, Gabriel Calderón. Afuera, Jorge Valdano. Autor de un gol en la final del 86, había dejado el fútbol en 1987, pero por pedido de Bilardo volvió a entrenarse con el fin de jugar la Copa del Mundo. Su frase sobre aquel momento ya es mítica en el ambiente del fútbol: “Después de nadar seis meses, me fui a morir en la orilla“. Para peor, Calderón terminó jugando 5 de los 7 partidos, dos como titular.

1994: EL PEOR DIA DE FRANCO
El Coco Basile deconstruyó el plantel luego del 0-5 contra Colombia en Eliminatorias: afuera Ricardo Altamirano, Julio Saldaña y Gustavo Zapata; adentro José Chamot, Abel Balbo y Diego Maradona. En la nómina previa, de 23 jugadores, estaba Ariel Ortega, de apenas 20 años, gran candidato a ver el Mundial desde afuera. Pero el 2 de junio, el que sufrió fue otro: Darío Franco. Pieza clave entre 1991 y 1993, hasta que se fracturó en la Copa América, sus 22 partidos previos no le sirvieron de nada. El Burrito, en cambio, jugó 3 de los 4 partidos en Estados Unidos.

Imagen SE QUEDO EN LA PUERTA Christian Bassedas en Francia 98.
SE QUEDO EN LA PUERTA Christian Bassedas en Francia 98.
1998: UNA COSA QUE EMPIEZA CON B
Daniel Passarella tuvo sus hombres de confianza durante su ciclo al frente de la Selección. Germán Burgos, Roberto Ayala, Matías Almeyda, Christian Bassedas, Marcelo Gallardo, Claudio López y Hernán Crespo fueron algunos de sus favoritos durante cuatro años. A mediados de mayo, el Kaiser confirmó a 21 jugadores para el Mundial y dejó en angustiante espera a Bassedas. Y el 29 de ese mes, le rompió el corazón: el convocado número 22 fue Abel Balbo, lejos de la Selección desde un 1-1 contra Chile en 1996 en el que Passarella afirmó que al equipo le había faltado “fibra“. Bassedas, al menos, jugó algunos partidos más en el ciclo Bielsa. Balbo ingresó 28 minutos en el debut contra Japón y sobre el final en la derrota contra Holanda. Al igual que Passarella, nunca más volvió a la Selección.

2002: ¿ES UN PAJARO?
Siempre ofensivo en su manera de pensar el fútbol, Marcelo Bielsa tenía decidido llevar seis delanteros al Mundial de Corea y Japón. Gabriel Batistuta, Hernán Crespo, los dos López (Claudio y Gustavo) y Ortega eran piezas fundamentales del equipo. Quedaba lugar para uno más. Javier Saviola (entonces jugador de Barcelona) parecía llevarle una pequeña ventaja a Julio Cruz (Bologna de Italia). Pero, en la gira previa, Bielsa dejó a todos estupefactos: citó a Claudio Caniggia, que tenía 35 años y llevaba seis sin jugar en la Selección. Proveniente del Rangers de Escocia, el Pájaro se ganó un lugar en la lista gracias a su buen nivel en los amistosos, pero se quedó entre los suplentes en los tres partidos del Mundial y, en el banco, fue expulsado ante Suecia.

2006: CORTE DE LUX
José Pekerman, entrenador de perfil bajo, había tomado decisiones fuertes en los meses previos al Mundial de Alemania. Afuera el histórico Javier Zanetti, inamovible con la celeste y blanca desde 1995, y Walter Samuel, firme desde 1999. Y adentro Julio Cruz, que así tenía revancha del Mundial anterior, por sobre Diego Milito, de gran temporada en Zaragoza (incluidos cuatro goles al Real Madrid en un partido). Era suficiente, pero se guardó una gran sorpresa para el 15 de mayo, día de la citación definitiva: dejó sin Mundial a Germán Lux, titular en la Copa de las Confederaciones 2005, y convocó en su lugar a Oscar Ustari, sin partidos en la Selección Mayor. “Germán merecía más que yo ir al Mundial“, reconoció Ustari, tercer arquero detrás de Abbondanzieri y Franco.

2010: CUENTO CHINO
Luego del pobre ciclo Basile, Maradona asumió como entrenador en marzo de 2009. Su etapa se caracterizó por la gran cantidad de futbolistas convocados: 106 en 15 meses, incluyendo a Nelson Ibáñez, Ignacio Canuto, Carlos Matheu, Patricio Toranzo, Luis Rodríguez, Franco Jara y Milton Caraglio. Por eso, no era fácil adivinar los nombres de los 23 convocados para el Mundial. Diego no sólo volvió a dejar sin copa a Javier Zanetti, sino que borró a Esteban Cambiasso. Y de los 106, llevó a Sudáfrica a uno de los más inesperados: Ariel Garcé, que a los 30 años jugaba sin lucirse en Colón de Santa Fe. Tan difícil era imaginarse al Chino marcando punta en el Mundial, que en el último partido preparatorio, ante Canadá en el Monumental, un hincha colgó una bandera que ya es leyenda: “Garcé, traé alfajores“.

Por: Martin Estevez / Fotos: Archivo El Gráfico, AFP, y Photogama/ Ilustración: Fernando Delmonte