Un gol y un recuerdo: el hilo que unió El Gráfico con Sanfilippo y Luquitas Rodríguez

PERSONAJE RECONOCIDO de los medios de comunicación desde hace por lo menos 30 años, José "Nene" Sanfilippo fue, por sobre todas las cosas, un goleador implacable: se ubicó durante casi cuatro décadas en el top 5 de máximos goleadores en la historia del fútbol argentino con 226 tantos, hasta el año 2011 cuando Martín Palermo lo superó por apenas un tanto. 

En los reportajes que concedía siempre mostraba un perfil histriónico y de evidente soberbia para hablar de su juego, en comparación con los futbolistas de estos últimos años. Del mismo Loco Palermo llegó a decir que era "un tronco de higueras" y que no sabía jugar al fútbol.En una de las tantas entrevistas concedidas a El Gráfico dijo que "Messi es hasta mejor que yo, este pibe pasó todos los límites". 

Su intervención televisiva definitiva, la más conocida de todas, fue la protagonizada el 7 de septiembre de 1993 en el programa de TELEFE, Tiempo Nuevo, conducido por Bernardo Neudstadt. En aquella emisión se analizaba el porqué de la terrible derrota de la Selección Argentina por 5-0 contra Colombia en el Monumental.

Uno de los invitados esa noche, además del mismo Sanfilippo, era Sergio Goycochea, el arquero de la Selección. El Nene no tuvo piedad con él y disparó frases que llegaron al guardameta y que hoy quedaron en el imaginario popular: "Para estar concentrado no hay que estar en una concentración, hay que esta concentrado en el partido. A usted le metieron las cuatro pelotas en el mismo palo".

Sin embargo, la frase más recordada de ese monólogo fue cuando le dijo a un visiblemente ofendido Goycochea: "Usted se comió todos los amagues, pibe". 

 

 

Las vueltas de la vida: Sanfilippo encontró en estos días una atención inesperada cuando el streamer Luquitas Rodríguez, que conduce "Paren La Mano" de lunes a viernes de 19 a 21 por Vorterix, confesó que le parecía muy graciosa la narración del histórico gol que le marcó de taco a Antonio Roma el 12 de octubre de 1962 en el viejo Gasómetro, en el partido que empataron 2-2 su club San Lorenzo contra Boca por el Torneo Metropolitano. 

En el programa Intimo y Personal, conducido por Ricardo Guazzardi, en mayo del año 2012, Sanfilippo destacó que el gol más lindo que hizo fue el mencionado a Roma, que dijo haber inventado y que incluso se lo advirtió al mismo árbitro del encuentro, Luis Spinetto (el mismo que en 1969 le pegó una trompada a un jugador de Newell's en pleno encuentro).

Además el Nene contó que, antes del inicio del partido, le indicó a Coco Rossi y a Elvio Capdevila, sus compañeros en San Lorenzo, cómo debían salir para poder desmarcarse apenas se dé el pitazo.

Durante muchos años, el Nene dijo que ese fue "el gol más rápido de la historia", y que lo había convertido a los cinco segundos. Luquitas Rodríguez, tentado por esa narración, dijo que es imposible que ese gol pueda marcarse con esa jugada de modo tan rápido. Y se preguntó si alguien fue testigo de ese encuentro y sobre todo de ese gol. 

 

 

Y sí: El Gráfico estuvo presente. 

En la edición 2245 del 17 de octubre de 1962 se contó, a través de la pluma del recordado Juvenal. lo sucedido, con lujo y detalle. La crónica de ese encuentro derribó uno de los mitos forjados por el mismo Sanfilippo: el gol fue a los 20 segundos del encuentro, no a los cinco.

El gol más rápido del fútbol argentino lo marcó Carlos Dantón Seppacquercia el 18 de marzo de 1979 contra Huracán en el partido que su club, Gimnasia, empató 1 a 1, y ese efectivamente fue a los cinco segundos del encuentro.

Esto no resta merito a lo contado por Sanfilippo, pero otra cuestión se desprende de su narración: en ella le decía al árbitro que esperase el inicio porque estaba pensando el gol. En realidad, ocurrió que previamente el Nene le dijo a Antonio Roma que le iba a marcar dos goles: "El primero de salida nomás...", y el arqueró le contestó: "En cuanto te vea por el área me tiro encima tuyo y te aplasto, petiso canchero". Eso le dio tiempo a Sanfilippo para pensar la jugada mientras Boca salía a la cancha y se paraba sobre el campo. 

En la misma edición se destacó un recuadro con la famosa foto del taco en donde se comentó que "a los 20 segundos, Capdevila mete un pase en profundidad. La defensa de Boca juega en serio; todos se quedan mirando pero nadie da un paso para frenar a Sanfilippo. Roma sale despavorido del arco y el goleador de la casa le levanta la pelota por sobre la cabeza. Roma aún no había tenido tiempo de pararse en el arco y ya era víctima de una travesura del "Nene". Vuelve resignado y sacudiendo la cabeza; comenta ante los fotógrafos: "Tenía que ser el petiso...¡Tenía que ser él!"

 

 

La historia ha dejado este gol marcado para siempre en el fútbol argentino, que las generaciones iban pasando de boca en boca, o bien por las declaraciones del mismo Sanfilippo.

No era la primera vez que él narraba de manera tan vehemente ese gol: en el año 1995, el recordado periodista y escritor Osvaldo Soriano le envió una carta al escritor uruguayo Eduardo Galeano en donde le contó que tuvo la oportunidad de entrevistar al Nene en el supermercado Carrefour de la Avenida La Plata, donde estuvo asentado por más de 60 años el Viejo Gasómetro.

En ella decía que caminaban "entre las góndolas, rodeados de cacerolas, quesos y ristras de chorizos. De pronto, mientras nos acercamos a las cajas, Sanfilippo abre los brazos y me dice: “Pensar que acá se la clavé de sobrepique a Roma, en aquel partido contra Boca”. 

Y sigue Soriano: "Concentrado, como esperando un córner, me cuenta: “Le dije al cinco, que debutaba: no bien empiece el partido, me mandás un pelotazo al área. No te calentés que no te voy a hacer quedar mal". Yo era mayor y el chico, Capdevilla se llamaba, se asustó, pensó: "a ver si no cumplo”. Y ahí nomás Sanfilippo me señala la pila de frascos de mayonesa y grita: “¡Acá la puso!”. La gente nos mira, azorada. “La pelota me cayó atrás de los centrales, atropellé pero se me fue un poco hasta ahí, donde está el arroz, ¿ve?” –me señala el estante de abajo, y de golpe corre como un conejo a pesar del traje azul y los zapatos lustrados–: “La dejé picar y ¡plum!”. Tira el zurdazo. Todos nos damos vuelta para mirar hacia la caja, donde estaba el arco hace treinta y tantos años, y a todos nos parece que la pelota se mete arriba, justo donde están las pilas para radio y las hojitas de afeitar. Sanfilippo levanta los brazos para festejar. Los clientes y las cajeras se rompen las manos de tanto aplaudir. Casi me pongo a llorar. El Nene Sanfilippo había hecho de nuevo aquel gol de 1962, nada más que para que yo pudiera verlo".
 

  

 

 

Foto de portada e interiores (salvo foto de Luquitas Rodríguez): Archivo El Gráfico