¡Habla memoria!

El Vélez-Boca de la polémica y el caos

En 1996 se dio un partido histórico, que comenzó a puro fútbol y terminó con un descontrol total, con Javier Castrilli como protagonista central.

Por Panqui Molina ·

16 de junio de 2023

 

EL 16 DE JUNIO DE 1996 el fútbol argentino vivió un partido que quedó grabado a fuego en los anales de la historia. Fue por la fecha 13 del Torneo Clausura 1996. La carta ofrecía al Vélez de Bianchi de un lado y al Boca de Bilardo de otro, con una galaxia de jugadores y el inefable Javier Castrilli como responsable de impartir justicia.

 

Imagen El momento antes del caos. Distensión y buena onda entre Chilavert, Castrilli y Maradona
El momento antes del caos. Distensión y buena onda entre Chilavert, Castrilli y Maradona
 

Claudio Paul Caniggia puso el 1-0 para Boca a los 15 minutos del primer tiempo pero cinco minutos después Vélez igualó a través de un polémico gol de Patricio Camps con un cabezazo que no llegó a traspasar la línea de gol.

Luego, José Luis Chilavert se vistió de héroe y revirtió el resultado con un doblete inolvidable (uno de tiro libre y otro de penal) para pesadilla de Carlos Navarro Montoya.

Sobre el final del primer tiempo, los hinchas visitantes de Boca explotaron contra Javier Castrilli, que además del gol ilícito había expulsado a Néstor Fabbri. Maradona, capitán de Boca, reprochó al árbitro y lo responsabilizó por los incidentes y Castrilli decidió sacarle la tarjeta roja directamente por incitación a la violencia.

 

Imagen Descontrol total. Navarro Montoya pide explicaciones, Bilardo baja la tensión y Verón mira incrédulo
Descontrol total. Navarro Montoya pide explicaciones, Bilardo baja la tensión y Verón mira incrédulo
 

Mientras se dirigía al túnel para ir al vestuario, Diego cambió el rumbo y se acercó hasta la popular para intentar calmar a los hinchas que intentaban romper el alambrado y a la vez recibían los gases de la policía y los chorros de agua de los bomberos.

Indignado por la situación, el 10 encaró hacia el centro del campo de juego donde todavía estaba Castrilli para exigirle explicaciones. "La gente no se va a comer este garrón", fue lo primero que esbozó Maradona ante la consulta de los periodistas, que le preguntaban por su expulsión.

En medio del tumulto, Maradona se puso cara a cara con Castrilli y lo que siguió después fue un monólogo que quedó grabado en los fanáticos del fútbol.

"Soy jugador, tranquilo. Explíqueme ¿por qué? Maestro ¿usted está muerto? No está muerto. Explíqueme, por favor se lo pido", imploró Maradona.

"Estamos hablando como hombres, como seres humanos", siguió hasta la aparición de Navarro Montoya, quien intercedió: "No te va a contestar". "Si no me a contestar, es un ¡botón!", gritó Maradona, enajenado

El partido siguió y en el segundo tiempo, Vélez, que unas fechas después se proclamó bicampeón, amplió la ventaja para coronar una memorable goleada por 5-1, que se mantiene como su mejor resultado ante Boca en la historia.

El Xeneize terminó el partido con ocho futbolistas por las expulsiones de Fabbri, Maradona y Carlos Mac Allister a un minuto del final.

Ese mismo domingo, Mauricio Macri visitó el estudio del emblemático Fútbol de Primera. El entonces presidente de Boca fue a desquitarse ante las cámaras de televisión y disparó sin piedad ante el arbitraje.

"Esta tendencia que noto, que viene desde hace mucho, ante la duda es en contra de Boca. Todos quieren mostrar que tienen personalidad para sobreponerse al contorno que forma Boca. La tribuna de Vélez está semivacía y la de Boca explota, la gente se quedó afuera. Entonces hay que demostrar que estoy acá y a pesar de lo que Boca mueve cobro", dijo Macri, entrevistado por Enrique Macaya Márquez y Marcelo Araujo

"Le propongo a la gente de Boca que no vaya más de visitante. Hagamos una campaña para que no vayamos más. Se muere el fútbol argentino. Nosotros llenamos nuestra cancha y los demás que se mueran", sugirió Macri, con menos de un año en el cargo como presidente de Boca

Luego de revisar la jugada con el Telebeam (la tecnología de la época), Macri pudo corroborar que la pelota en el gol de Camps no traspasó en su totalidad la línea de meta, lo que motivó una feroz crítica hacia Alberto Barrientos, el asistente:"Es un animal, tiene vocación de héroe inútilmente. No tiene obligación de moverse de donde está parado". 

MAURICIO MACRI, DE VISITA EN FÚTBOL DE PRIMERA